Los seres de Luz saben que las personas tendremos oportunidades para hacer ajustes en nuestras vidas a partir de situaciones que nos resultarán problemáticas, por lo que están dispuestos a ayudarnos; te preguntarás ¿cómo me puede ayudar un Ángel, me lo va a quitar? Realmente lo que sucede en tu vida es perfecto al plan divino de tu alma, tú antes de nacer pediste los obstáculos que has tenido a lo largo de la vida, pues tu alma es lo suficientemente fuerte y poderosa como para superarlo, sin embargo aquí en la Tierra vamos acumulando pensamiento negativo que empeora los retos.
La forma de ayudarte es inundando tu Ser con fuerza de voluntad y claridad de pensamiento, así como fortaleza y reflexión. Los Ángeles te pueden apoyar para reflexionar en lo que limita tu desarrollo espiritual, sin embargo solemos no poner gran atención a lo «espiritual» porque suena a pérdida de tiempo o algo religioso que no va con tu forma de ser o algo así; sin embargo «espiritualidad» es nuestra parte más grande y es a partir de ella que se da el resto. Lo que pasa es que en el afán de hacer todo repetible, comprobable y verificable a través del método científico le han puesto en un lugar como inútil, cuando es todo lo contrario.
El resplandor que envuelve nuestra chispa divina es a lo que llamamos Ángel Guardián y nos puede llenar con claridad de pensamiento para poder apreciar la lección a aprender lo que hay detrás de la envidia.
Te pueden ayudar a liberar la sombra para comprender lo que es importante que aprecies de la circunstancia que estés viviendo; descubriendo lo que te causa o provoca más profundamente. Los Ángeles saben que la envidia es un sentimiento humano de los más limitantes y dañinos, por lo mismo saben que es uno de las mas grandes obstáculos para el ser humano que pone a prueba su auto-confianza y certeza en poder lograr lo que deseas.
Por ello los Ángeles te sugieren comenzar a valorarte, aprender de la otra persona, reflexionando sobre los aspectos de tu vida que son importante mejorar. La vida cotidiana con el tráfico, la gente, la economía nos atrapa. Recuerda que en esta vida todos somos maestros de todos y aprendemos constantemente unos de otros, en vez de quedarte deseando lo que otros logran, aprende cómo lo hacen. Si eres sujeto de envidia, reflexiona que tú no eres responsable de generar ese sentimiento, el problema es de la otra persona, y evita esa relación.
Si la persona es de tu entorno, encuentra el modo de enseñarle cómo obtener lo que desea, manteniendo actitud de distancia y respeto con quienes consideres puedan envidiarte y evita responder a comentarios negativos. Ten siempre presente que el envidioso sufre por los éxitos ajenos y es lamentable para él porque pierde su energía en eso, en lugar de alcanzar sus propias metas.
Es importante reconocer las cualidades que tienen otros, reforzarles sus aspectos positivos; todos tenemos virtudes, dones, talentos, cualidades para lograr nuestras metas y compartir con otros lo mejor que poseemos internamente.