¿Tenemos un Destino?
Todos los seres humanos nacemos en el país, ciudad, nivel socioeconómico que hemos elegido y de igual manera escogimos a nuestros padres, como los maestros exigentes o aquellos que cuya compañía siempre se disfruta mutuamente.
Todo ello conforma tu destino, en el lenguaje holístico actual le llaman también acuerdo de vida o contrato de vida o Acuerdo prenatal.
¿Qué es el destino?
En pocas palabras se refiere al conjunto de tus cualidades, retos, circunstancias y personas que trascienden en tu vida, sea con su cariño y compañía agradable o dejando una huella negativa que requiere de tu atención para superarla; siempre todo, TODO, es para bien, sin embargo solemos pensar que somos víctimas, que no somos queridos por Dios o cosas por el estilo. Cuando en realidad, esto no tiene nada que ver, son situaciones a veces muy muy difíciles, pero nada, NADA que no nos corresponda nos puede pasar, nada que no podamos superar nos va a suceder.
De esta manera podemos enfrentar todo lo que nos acontece, aunque pensemos que no, aunque creamos que no es así; esos momentos son una invitación precisa a recordar la Luz, el Amor incondicional que hay en el centro de nuestro ser para salir adelante, asirnos a la Divinidad que crea nuestra realidad para voltear la hoja, cambiar el capítulo, avanzar en la vida.
Las cualidades y los retos que enfrentaremos también son determinados por nosotros; siempre queremos probarnos a nosotros mismos, demostrar que podemos. Y entre más sabia es nuestra alma, pedimos pruebas más difíciles, pues si estamos listos para las grandes ligas ¿te conformarías con «jugar una cascarita»?
La filosofía de la eternidad del alma humana afirma que naces en una familia determinada, cuyos miembros resultan ser o bien un verdadero regalo en tu vida, con quienes disfrutas el camino; o bien personas difíciles, almas con las que tienes cuentas pendientes más allá de la vida actual, es decir tienes tareas por resolver y ésta es la oportunidad para lograrlo. Todo ello es parte de nuestro destino.
¿Cómo reconocer las pruebas de la vida?
En muchas ocasiones no resultan tan sencillo pasar las pruebas, y entonces vamos acumulando rencor, frustración y dolor, complicando nuestra propia existencia. Sería muy fácil pasar una prueba de la vida si llegara un mensajero con paquete que dijera «prueba del cielo para ti», entonces pondríamos toda nuestra atención y empeño; sin embargo las pruebas que nos da la vida, que nos envía el universo, nos sorprenden cotidianamente, poniéndonos a prueba, para ver qué usamos ¿nuestra Luz o nuestra obscuridad? y así vamos por la vida con un marcador que se inclina al finalizar cada día hacia uno de estos lados.
Así es que encuentras obstáculos y circunstancias a lo largo del camino que se repiten sin saber -conscientemente- por qué, y es que mientras no pases la prueba, seguirán apareciendo como un patrón de vida.
El alma va aprendiendo lecciones de vida, pero ten en cuenta que si al final no resulta ser una “prueba superada”, en la siguiente vida se convierte en retos y dificultades para seguir creciendo. De esta manera un dolor no resuelto seguirá arrastrando sufrimiento hasta sanar la herida, generalmente un patrón que no se logra romper, es un obstáculo no superado en una vida pasada.
¿Cómo se relaciona la regresión a vidas pasadas con mi destino?
La regresión a vidas pasadas es una técnica que te brinda la posibilidad de descubrir y comprender las situaciones que no tienen explicación en tu vida actual, observando sus motivos y circunstancias pudiendo reflexionar en la misión de tu alma. Como somos seres racionales nos gusta entender/comprender en qué y cómo nos equivocamos, para entonces evitar cometer el mismo error.
La regresión a vidas pasadas te permite descubrir la raíz de estas circunstancias y avanzar de otra manera, con otro enfoque que te permiten sentirte mejor en tu vida actual.