Algunas personas deciden continuar su vida en pareja aunque en alguna medida sientan insatisfacción porque la otra persona tiene rasgos de personalidad que desagradan.
Actualmente la separación es una salida fácil pero inadecuada, pues siempre una pareja es una unión divina que viene determinada desde antes de nacer como un acuerdo del alma para que aprendas algo y sigas adelante, nunca para sufrir maltrato, sino para aprender nobleza, lealtad, amor incondicional; PARA TRANSFORMARNOS A NOSOTROS MISMOS y lo que hacemos es desear y pedir que cambie el otro.
Alguno de los dos resulta un mal alumno de la vida, reprobando la prueba y sin más deseo de hacer cambios en si mismo, por el contrario esperando “que el otro sea el que cambie”.
Una relación llena de luz y rodeada de Ángeles es aquella en la que ambos aprenden a conocerse, destacando mutuamente sus cualidades, expresando el gusto y orgullo mutuo de compartir, evitando los comentarios que destruyen y lastiman, cuidando las palabras para expresar los desagrados.
Una persona llena de Luz es aquella que se ama y brinda amor sin condiciones, la que se ha unido para formar un hogar con el deseo de crecer y enriquecerse mutuamente. En términos más simples es aquella que se comunica adecuadamente, se expresa libremente en confianza y respeto, se disfruta en lo social y en lo más íntimo; teniendo límites claros y flexibles, conservando la identidad, que ha establecido claramente la regla del si y el no. Donde no se hacen daño a si mismos, ni dañan al otr@ mediante sus actitudes o comportamientos.